Foto del teatro Mariinsky. En la foto Maria Khoreva y Xander Paris
PUBLICADO05.04.2021
Los historiadores de arte afirman que “La creación de Adán” de Miguel Ángel, el famoso fresco del techo de la Capilla Sixtina en el Vaticano, es una de las obras más copiadas e imitadas piezas de arte. No hay duda de que encontró su forma en ballet también.

El famoso empresario ruso Sergey Diaghilev era un gran conocedor del arte e insistió en que todos los miembros de su equipo debían ir a los museos lo máximo posible para aprender de los grandes maestros del pasado. Así es como el icónico gesto de la mano en el fresco, el dedo de Dios tocando casi a Adán, apareció en un ballet creado para los Ballets Rusos de Diaghilev por George Balanchine.

“Apollo” (1928) fue el octogésimo cuarto ballet del coreógrafo de solo 24 años y estaba dedicado al dios griego patrón de la música y las artes. En este ballet, Apolo baila con tres musas y basándose en sus variaciones decide que Terpsícore, diosa de la danza, es la mejor de las tres. Es con ella con la que baila un paso a dos que se inicia con el famoso gesto. Es un gesto que transmite amor, simboliza el inicio de una nueva vida y nos enseña a buscar la inspiración en todo lo que nos rodea.

Foto del teatro Mariinsky. En la foto Maria Khoreva y Xander Paris.

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